REFLEXIÓN ACTIVIDAD Y MENÚ ESCOLAR
Buenas tardes a todos, allí voy con mi reflexión del bloque 3 de nuestro curso.
En primer lugar, tras consultar toda la documentación facilitada en el curso y los ejercicios realizados queda claro que hay que hacer todavía grandes cambios en el ámbito educativo, en lo que a alimentación saludable se refiere.
Toda la comunidad educativa debe implicarse porque, cada vez, tenemos en nuestras aulas un mayor porcentaje de alumnos con obesidad que además, a la no alimentación adecuada se le une la no práctica deportiva.
Deporte, alimentación y salud, forman una trilogía y dependen unos de otros, al igual que familias, docentes y alumnos, otra trilogía que debe trabajar a una, con la ayuda de administraciones y asociaciones que promuevan la salud y el deporte, es decir, que contribuyan al desarrollo en nuestros niños de un estilo de vida saludable desde la infancia.
Está claro y los estudios lo demuestran que los comedores escolares no ofrecen una gran calidad alimentaria, al igual que no hay un equilibrio apropiado entre todos los nutrientes, es por ello que las dietas o menús escolares se tienen que revisar por expertos en nutrición y ser elaboradas por ellos.
De igual forma, la situación económica de muchas familias debido a la crisis está provocando un déficit más que considerable en la alimentación. ¿Cuántas familias hay hoy que tienen que sustituir un filete de ternera por una hamburguesa? o ¿un filete de lenguado por un filete de panga?; muchísimas. Desde luego, no son culpables de su situación pero, deben contribuir a que con los pocos recursos existentes sus hijos estén bien alimentados de forma equilibrada.
Hago también un llamamiento a los almuerzos saludables, todavía hoy en día y cada vez más, en los patios podemos observar como nuestros alumnos llevan comida más que inadecuada a sus almuerzos: patatas fritas, donuts, bollos, palmeras; es decir, predomina la bollería industrial frente al tradicional bocadillo o sándwich o la pieza de fruta. Estos hábitos deberían ser cambiados radicalmente.
Otro hecho que debe ser modificado es el "atiborramiento" al que sometemos a nuestro cuerpo en comidas y cenas y el "escaso aporte" en el desayuno. Totalmente lo contrario a de hacerse, como dice el refrán:
"DESAYUNA COMO UN REY, COME COMO UN PRÍNCIPE Y CENA COMO UN MENDIGO"
Un saludo a todos,
MIRIAM
En primer lugar, tras consultar toda la documentación facilitada en el curso y los ejercicios realizados queda claro que hay que hacer todavía grandes cambios en el ámbito educativo, en lo que a alimentación saludable se refiere.
Toda la comunidad educativa debe implicarse porque, cada vez, tenemos en nuestras aulas un mayor porcentaje de alumnos con obesidad que además, a la no alimentación adecuada se le une la no práctica deportiva.
Deporte, alimentación y salud, forman una trilogía y dependen unos de otros, al igual que familias, docentes y alumnos, otra trilogía que debe trabajar a una, con la ayuda de administraciones y asociaciones que promuevan la salud y el deporte, es decir, que contribuyan al desarrollo en nuestros niños de un estilo de vida saludable desde la infancia.
Está claro y los estudios lo demuestran que los comedores escolares no ofrecen una gran calidad alimentaria, al igual que no hay un equilibrio apropiado entre todos los nutrientes, es por ello que las dietas o menús escolares se tienen que revisar por expertos en nutrición y ser elaboradas por ellos.
De igual forma, la situación económica de muchas familias debido a la crisis está provocando un déficit más que considerable en la alimentación. ¿Cuántas familias hay hoy que tienen que sustituir un filete de ternera por una hamburguesa? o ¿un filete de lenguado por un filete de panga?; muchísimas. Desde luego, no son culpables de su situación pero, deben contribuir a que con los pocos recursos existentes sus hijos estén bien alimentados de forma equilibrada.
Hago también un llamamiento a los almuerzos saludables, todavía hoy en día y cada vez más, en los patios podemos observar como nuestros alumnos llevan comida más que inadecuada a sus almuerzos: patatas fritas, donuts, bollos, palmeras; es decir, predomina la bollería industrial frente al tradicional bocadillo o sándwich o la pieza de fruta. Estos hábitos deberían ser cambiados radicalmente.
Otro hecho que debe ser modificado es el "atiborramiento" al que sometemos a nuestro cuerpo en comidas y cenas y el "escaso aporte" en el desayuno. Totalmente lo contrario a de hacerse, como dice el refrán:
"DESAYUNA COMO UN REY, COME COMO UN PRÍNCIPE Y CENA COMO UN MENDIGO"
Un saludo a todos,
MIRIAM
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